Buscar este blog

viernes, 6 de octubre de 2017

Como torrentes el agua...

Como torrentes el agua
por Córdoba se desploma.
Medio Japón en el zoco
bajo el paraguas asoma
ojos de risa perenne.
Rosa mojada que llora
pétalos por la baranda.
Oriente en la foto anota
parámetros de alegría.
Deja que en tu orilla ponga
este mar enamorado.
Cantos de nubes galopan
asediando al minarete.
¡Que llegamos como sopas!,
cúbrenos mezquita, imploro,
selva de arcos protectora.
En el fuste de tus piernas
mi mirada se desborda.
Sacrílego rezo, incrédula,
el que pondría en tu boca,
diles a estos que se marchen,
que se vayan a otra cosa,
bajo el mihrab nos espera
un sotobosque de rosas.

Egabro, la hospitalaria,
de manantiales y olivos,
cuna de la moaxaja
y del negro Juan Latino,
primero de entre su raza
como estudiante admitido.
Egabro, ¡mira ese niño,
con la liebre distraído!
Mitra, ¡dale tregua al toro
que ese niño se ha perdido!,
ese pasaje es de Utrera,
anda y no seas más pillo. 
Ambas, Egabro y Utrera,
son rincones bien queridos.
Por las plazuelas del Cerro
geranios como zarcillos
y en el barrio de la Villa
los adarves de un castillo
y una mezquita barroca
que nos deja sorprendidos
y un paisaje de campiña
por olivos guarnecido.
Cinco almazaras y aroma
por el pueblo al oro líquido.
No olvides, para otro día, 
ir a la Fuente del Río,
y alguna tarde de viernes
en Utrera pastelillos
y algunos juegos de sábanas
para que duermas conmigo.
La vida son estas cosas,
¿para qué echarle más líos?




martes, 4 de abril de 2017

La cigüeña

La cigüeña sobre el nido
rima versos, sobrevuela
los pinares de Doñana
alumbrando sinalefas. 



miércoles, 22 de marzo de 2017

De Patriste a Grazalema

De Patriste a Grazalema,
flor libre de las veredas,
en tu estambre mil poemas 
y en tu candor la belleza. 







martes, 14 de marzo de 2017

Libre

Libre ronda los cielos,
sin una red que lo analice,
ni un flautista que lo encamine,
ni un buscador que lo vigile,
ni un redentor que infunda miedo,
ni una bandera en cada aleteo,
ni un salva patrias ni un credo.

Y en su vuelo lleva
todos los cielos en cada ala
para enseñarte a ser libre. 




martes, 7 de marzo de 2017

Heraldos de la Primavera

La primavera en el zaguán ya pide su turno, con su aldaba festoneada de flores y su heraldo pregonando una ristra de perfumes. 



martes, 21 de febrero de 2017

Cincuenta años de coplas en la pluma de Antonio Martín

¡Ay, don Antonio Martín García,  maestro de coplas, perdona que no me extienda pero la emoción me puede!. Gracias por tanto arte y tanto amor regalados a esta tierra durante cincuenta años, desde Los mandingos, la primera de tus comparsas en mi memoria, cuando apenas tenía diez años, Ángeles y Demonios, pasando por tu inolvidable Caleta, Voces Negras, Agua clara,  Entre rejas, Soplos de Vida, A fuego vivo y tantas más…, hasta tu Ley de Vida del COAC 2017.

Y es ley de vida que todo tenga un final, pero el mundo del Carnaval no te olvidará.

https://www.youtube.com/watch?v=3ItRuxmUqdE


domingo, 19 de febrero de 2017

Almendros de Grazalema

Cerquita de Grazalema
la nieve se fue cuajando
en las flores del almendro
y en mi mano disparando. 




viernes, 17 de febrero de 2017

Antídotos

A ella vuelvo, cuando mi corazón se deshabitúa demasiado de la cuna. A ella regreso, como antídoto infalible contra la perdida de memoria.

Y por efectos secundarios recibo; una emoción que se hace trizas con la sobredosis de espuma fina y algunos sarpullidos disfrazados de fotografía.








miércoles, 15 de febrero de 2017

GATOS DE VIAJE

Desde niño siento fascinación por estos pequeños felinos. Observarlas, cuando se entregan a sus largas y profundas pausas, supone un placer inmenso, un regalo de la madre naturaleza presente en casa que me hace estar agradecido a la Vida constantemente, y que me lleva a imaginar, pretender recorrer al galope de las sacudidas de sus sueños, esos mundos que transitan en brazos de Morfeo.
En mi primera adolescencia, en casa de mis padres, donde nadie compartía mi atracción por estos duendecillos con bigotes, tuve mi primer gatito, no recuerdo ni cómo fue, ni cómo llegó a casa, pero sí de lo poco que tardó en desaparecer “misteriosamente”. Sin duda ese misterio vino a reafirmar mi pasión por ellos. Poco tiempo después mi novia, como se decía antes, hoy compañera de mi vida y de mis sueños, madre de mi hijo, me regaló, a modo de consuelo, un lindo peluche felino que todavía nos acompaña y que cuida de nuestra cama cuando el calor de nuestro amor no la habita.
Con el transcurrir de los años estos pequeños felinos se han convertido, además, en compañeros inseparables de nuestros paseos por el mundo. Los encuentro, o ellos nos encuentran, en los más diversos lugares, pero ahí están, no me preguntes cómo, surgiendo o tropezando con nuestras curiosas miradas, en casi todas nuestras salidas, y cuando aparecen el disparador de la cámara emite un ronroneo. En ese instante dejan de ser importantes rincones o monumentos, da igual si el susodicho está catalogado como patrimonio de la humanidad o dispone de cien entradas con cinco estrellas en cualquier web de viajeros, en ese instante sólo están ellos y yo para instalar un feudo en mi cámara de leves maullidos de indiferencia y celo. En cierta manera, siempre lo he pensado, ellos son los moradores y dueños de esas ruinas centenarias, herederos de los pasajes por ellas transitados que estos pequeños felinos guardan a buen recaudo tras las pupilas hipnóticas de sus ojos. Por eso cuando las miras se contraen, porque no quieren desvelar sus secretos.
Y en casa, cuando llegamos, aquí nos esperan ellas, estas dos hermosas gatas que hoy conviven con nosotros, no sólo bellas por fuera, para mostrarnos su enfado, por nuestra ausencia, con una sobredosis, diligente, de diversión e ingenio. 





















¡Os quiero!